Reservamos con antelación e indicamos que una de las personas era celíaca. Al llegar, le recordamos a la persona que nos recibió la cuestión de la celiaquía y le preguntamos qué opciones había para ella libres de gluten. Nos indicó que sushi, así que decidimos pedir un variado de sushi y sashimi que ofrecía la carta con el nombre de freestyle, no sin antes volver a preguntar si no había problema con contaminación con gluten. Efectivamente trajo salsa de soja separada para la persona celíaca y nos pusimos a comer. Estaba todo muy bueno y tanto nos gustó que pedimos para repetir. Fue entonces cuando se presentó el problema. Al ponerlo en la mesa nos dijo que había tres de los sushis que no podía tomar la persona celíaca, pero el problema es que ya los había comido en el primer servicio. Acudió el chef a aclarar que el problema estaba en las huevas, nos pidió disculpas y le ofrecieron a la persona celíaca unos nuevos preparados para ella. El problema fue, evidentemente, que el daño ya estaba hecho.
El sushi estaba muy bueno, no cobraron por las piezas que nos pusieron a mayores (como es natural), y les honra el hecho de que asumieran su error e informaran del mismo (ya que permite identificar la aparición de síntomas sin alarmarse). De todos modos, el error es grave y deben ser más cuidadosos en el futuro. Las alergias e intolerancias alimentarias son algo muy serio.