Nos alojamos en el mes de julio plena temporada alta, el hotel no tiene grandes lujos pero la habitación que nos asignaron 61 era muy cómoda con vista al mar en una esquina, la amplitud es fabulosa, el baño muy cómodo, la vista la mejor de Positano, algo buenisimo que el aire acondicionado es silencioso.
La ubicación del Hotel está en una calle con Restaurantes, tiendas, un bar al frente muy ondero, es una calle a mi parecer más exclusiva, lo cual nos encanto. Para bajar al centro hay que caminar pero la verdad no se hace molesto es la idea de Positano siempre caminar. Para ir a la playa el hotel entrega Toalla lo cual nos encanto, en la playa las sillas por persona incluido el
Toldo son 15 euros por persona.
Las cosas débiles del Hotel es el desayuno, el huevo revuelto no es bueno, los jugos no son naturales, falta fruta ya que solo habían manzanas y kiwis en una cesta los cuales había que pelar.
El personal muy amable tiene todos los tips que necesiten en Positano, horarios de ferrys, conocen muy bien el lugar para poder orientarlos.
Algo que me decepciono es que solicite una botella de vino en la habitación para que nuestra estadía fuera aún más especial, pero no hubo nada se les olvido por completo, ese detalle es importante para que lo tome en cuenta la gerencia.
De todas maneras en esta temporada para ser un hotel caro es barato comparado con el resto de Positano una buena alternativa si quieres caminar e ir a la playa ya que no tiene piscina.