Sentía ganas de contar mi experiencia en el Hotel Margherita donde acabo de pasar tres días con mi mujer y mis dos hijas. Un placer difícil de describir. El hotel, situado en la tranquila Praiano (para lo que es la Costa Amalfitana), es una maravillosa posibilidad para conocer la zona sin entrar en la increíble pero sobreexplotada Positano. Resulta complicado explicar la amabilidad del personal del hotel que se desviven desde el comienzo por cumplir con cualquier necesidad del viajero. Desde el mismo momento en que te reciben con un aperitivo y se sientan a tu lado para darte mil detalles que necesites.
Casi todas las habitaciones tienen una increíble vista del mar que impresiona por la mañana y deslumbra por la noche. Me pasaría una vida entera sentado en la terraza.
El desayuno es completo, bien atendido y con el personal preocupado por si necesitas alguna cosa en concreto que preparan de inmediato.
La pequeña piscina en la primera planta y la terraza donde se encuentra el restaurante son otras de las zonas de obligado paso por un hotel limpio, bien cuidado, silencioso, soleado y que pese a que el edificio va cumpliendo años luce espléndido.
El hotel soluciona uno de los grandes problemas que hay en la Costa Amalfitana:el del tráfico. Tienen aparcamiento suficiente para olvidarte del coche, disponen de un servicio que te lleva a Praia di Mare (la maravillosa garganta en la que se encuentra la pequeña playita del pueblo) o al centro de Praiano. Incluso se les puede llamar para pedirles que vayan en tu busca. Y por último hay un servicio de autobús que te recoge y devuelve cada hora en la puerta del hotel y que pasa por Positano con lo que uno se olvida del problema de acercarse en coche al principal pueblo de la zona. Todo un lujo.
El hotel también es una buena opción para comer o cenar. Y cincuenta metros está el restaurante Kasai que también soluciona el día si no quieres alejarte mucho del hotel.
Y no se olviden de Praiano, un pueblo del que se habla poco y que pide un paseo por sus callejuelas, por sus escaleras infinitas.
No lo duden a la hora de reservarlo. Gran opción para la zona, extraordinaria si uno quiere salir del bullicio de Positano. Volveré algún día seguro.