Desde la misma llegada nos sentimos muy bien atendidos, nos estaban esperando en el aeropuerto, de allí nos trasladaron al muelle en un gracioso TUKTUK, en donde nos estaban esperando Luisa (Administradora y propietaria), José (capitán de lancha, mayordomo, etc) y Emir (Marinero), después de un corto viaje (no mas de 15 minutos) llegamos al hotel y ubicados en el Bungalow (sencillamente Hermoso, acogedor, apacible, confortable, aislado y cuidadosamente organizado y limpio). Para no extenderme y al final de mi comentario se que voy a quedarme corto, lo resumiré de la siguiente manera: Disfrutamos del hermoso y majestuoso mundo de las ballenas y sus ballenatos, las vimos, las apreciamos saltar, las pude filmar con mi GOPRO en el lecho marino junto a sus crías (un regalo de Dios y de ellas, junto a una experiencia que muy pocos humanos tenemos la fortuna de vivirla), en donde pude apreciar en medio de mi asombro y felicidad, lo cuidadosas que son con sus bebés, los cuales se protegen de nuestra presencia debajo de sus aletas dorsales ante la mirada atenta y vigilante de la madre, vimos grupos de mas de 9 ballenas (grupo de competencia), recorrimos senderos en medio de la selva del Jardín Botánico del Pacífico (un tesoro, un legado entre generaciones digno de admirar), visitamos la cascada ubicada en Nabugá, conocimos Mecana y a su amable gente, a la Profe Mariluz y sus 18 alumnos, en fin.
Todo este paraíso...Desde la misma llegada nos sentimos muy bien atendidos, nos estaban esperando en el aeropuerto, de allí nos trasladaron al muelle en un gracioso TUKTUK, en donde nos estaban esperando Luisa (Administradora y propietaria), José (capitán de lancha, mayordomo, etc) y Emir (Marinero), después de un corto viaje (no mas de 15 minutos) llegamos al hotel y ubicados en el Bungalow (sencillamente Hermoso, acogedor, apacible, confortable, aislado y cuidadosamente organizado y limpio). Para no extenderme y al final de mi comentario se que voy a quedarme corto, lo resumiré de la siguiente manera: Disfrutamos del hermoso y majestuoso mundo de las ballenas y sus ballenatos, las vimos, las apreciamos saltar, las pude filmar con mi GOPRO en el lecho marino junto a sus crías (un regalo de Dios y de ellas, junto a una experiencia que muy pocos humanos tenemos la fortuna de vivirla), en donde pude apreciar en medio de mi asombro y felicidad, lo cuidadosas que son con sus bebés, los cuales se protegen de nuestra presencia debajo de sus aletas dorsales ante la mirada atenta y vigilante de la madre, vimos grupos de mas de 9 ballenas (grupo de competencia), recorrimos senderos en medio de la selva del Jardín Botánico del Pacífico (un tesoro, un legado entre generaciones digno de admirar), visitamos la cascada ubicada en Nabugá, conocimos Mecana y a su amable gente, a la Profe Mariluz y sus 18 alumnos, en fin.
Todo este paraíso no hubiese sido un maravilloso viaje sin el decidido apoyo y participación directa de Luisa a quien manifiesto mi gratitud por toda y su permanente atención y detalles para que la celebración de cumpleaños de mi esposa fuera perfecta en medio de ese paraíso, a José excelente operador de bote, compañero y amigo, a Emir por su atención, a Marleny y Angely por su perfecta combinación de sabores en sus platos, a Antonio nuestro guía, en fin son los mejores anfitriones que hacen que uno como viajero quiera regresar para disfrutar del paisaje, la tranquilidad y la compañía de personas maravillosas. Más
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