Entre la imponente y densa selva Chocoana y el inmenso mar del pacífico se ubica y este paraíso llamado Mapara. Desde que estás llegando a Mapara en la lancha sientes que estás entrando a otro mundo, lejos de todo! No vas a encontrar un sitio más privado que este en el Pacífico, sin vecinos, ni ruidos y una playa exclusiva para uno! Estas totalmente inmerso en la naturaleza. El diseño rústico de las cabañas del hotel y a tan solo unos escasos 20 metros de la playa hacen que la experiencia sea mágica. Y la cereza del pastel es la vista que tiene la zona social del hotel, al estar ubicada en una parta alta del terreno y en la cual puedes ver unos atardeceres inolvidables. Además el personal te hace sentir en tu casa desde que llegas: Amabilidad, calidez humana, siempre atentos a servirte, limpieza impecable. La comida es una locura! Tienen a unas señoras de la zona con una sazón poderosa! Y lo mejor es que si vas con personas vegetarianos/veganos tienen menús alternativos e igual de sabrosos. Y para las actividades que hay para hacer en la zona, la ubicación es ideal! Y el personal tiene todo organizado para hacerlas. El avistamiento de ballenas y la liberación de tortugas imperdibles! Cuando se acaba el viaje, te vas de Mapara con el corazón arrugado. Volvería una y mil veces.Más
- Wi-Fi gratis
- Piscina