Los viajes te cambian, te llevas algo de cada lugar en tu alma, pero visitar El Almejal fue realmente motivador. Las personas que allí trabajan se esmeran todo el tiempo para hacerte sentir muy cómodo, la comida es deliciosa y típica de la región. Luisa la administradora es una persona con muy buen don de gentes, amable, educada y muy conocedora del lugar que lidera, estructural y ecologicamente hablando.
Las cabañas son maravillosas, muy organizadas y confortables. la playa es un paraíso que cambia con cada marea y el bosque húmedo, un tesoro para aprender y disfrutar. Uno sale con ganas de regresar, relajado, admirado de tanta naturaleza y con el propósito de contribuir al cuidado del ambiente.
Los tours son muy amañadores, navegar por el Rio Tundó con Francisco y Bedoyo es una experiencia única, al igual que recorrer el Parque Nacional Natural Utria con Don Rodrigo, quien te explica con detalle la fauna y la flora del lugar.
No esperen que les cuenten sobre El Almejal, visitenlo.
PD: regrese a casa con su basura inorgánica, Gracias.Más