La casa es muy bonita, limpia, con excelentes vistas y decorada con detalle. El dueño es encantador y nos trato maravillosamente. Una magnífica opción para relajarse o hacer turismo rural.
Fuimos 2 parejas y una niña de 4 años , la casa es una maravilla cuidando al detalle cada ricon de la casa con detalles y muebles maravillosos, muy bien en limpieza y Javier el dueño muy atento con nosotros son duda salimos muy satisfecho y sin duda esperamos volver,
La casa es preciosa,limpia, acogedora y con una chimenea que le da el toque acogedor que buscábamos. Se suma el encanto del buen estilo rústico combinado con la estructura original de la casa metida en la piedra. Las vistas desde la terraza son espectaculares, que te adentran en el mas profundo silencio y relax. Javier el dueño, es encantador. Desde que nos recibió no ha podido ser más amable. Volveremos con nuestros peques.
Llegamos en un frío atardecer de febrero, Javier nos recibe en la puerta de la casa y a su cálida acogida se unen los gruesos troncos de olivo que arden en la chimenea calentando el amplio salón y la cocina--comedor que ocupan la parte baja. Nuestro dormitorio, en la parte alta, tiene, además de un baño completo independiente, una terraza panorámica que parece navegar por un mar de olivos que se extiende inacabable por el valle del río Guadalimar. La casa, resultado de un laborioso y respetuoso trabajo de restauración, está decorada con buen gusto; a destacar las ventanas interiores que permiten insólitos juegos de luz. Desde el primer momento nos sentimos cómodos en este entorno doméstico diseñado para el descanso y la conversación amable y relajada. Estamos en la parte más alta de Chiclana de Segura, una escarpada atalaya rocosa coronada en la época árabe por un castillo del que se conserva un impresionante mirador. Es un pueblo con mucho encanto cuyo trazado medieval invita a deambular por sus estrechas y empinadas callejuelas. También merecen una visita los cercanos pueblos de Castellar e Iznatoraf. Si a todo esto unimos la amabilidad, buen hacer y disponibilidad de los anfitriones Javier y Rafa tenemos asegurado un fin de semana inolvidable.