El hotel es un complejo con 6 piscinas en una zona tranquila y bonita. Para ir a la playa se necesita transfer ( la playa nada del otro mundo pero el hotel dispone de hamacas y beach club).
Estuvimos en un apartamento de 2 habitaciones , era grande , con tres baños , terraza. La decoración flojita , pero las camas muy cómodas. era simple, nada que destacara como un gran hotel.
La zona de las piscinas es un hervidero de gente , las hamacas siempre ocupadas y reservadas desde las 8 de la mañana , los niños dentro de la piscina con hinchables gigantes ( tipo unicornio , ballenas), tablas de surf dentro de las piscinas , pelotas , padres y niños jugando a las palas dentro del agua... lo nunca visto.... no encuentras por donde meterte. No hay paz, todos son gritos y nervios porque no encuentras un lugar donde sentarte tranquilamente a leer un libro .. el descanso es imposible
La zona de piscinas es claustrofobica... presenté mi queja y aunque el personal me dio la razón , me comentaron que no se podia hacer nada.
Lo mejor del hotel es el personal , el servicio de habitaciones excelente y siempre dispuestos a ayudar.
el desayuno muy , muy flojo, poca variedad y poca calidad. Para nada corresponde a un hotel de 5 estrellas
Los horarios del transfer muy justitos , ya que el ultimo te devuelve al hotel a las 10 de la noche así que si quieres cenar en la Marina lo tienes mal a no ser que seas extranjero puesto que ellos van a otro horario.
Yo no volveria , puesto que los precios si que corresponden a un 5