Hotel rural ideal para conocer la zona,gestionado por una familia que te haces sentir como en casa,con comida en restaurante suyo también casera y bien de precio.
El pueblo es muy muy tranquilo,ideal para descansar y ver los Arribes.
Habitación grande,limpia y camas muy cómodas.

Hemos pasado el fin de semana en esta casa rural. El pueblo no es muy grande, lo más importante que tiene son las vistas del río Duero.
Pueblo muy tranquilo, gente muy acogedora.
El alojamiento muy bien, casa rural con habitaciones individuales, con aseo completo; cómodo y limpio. Por poner alguna pega no hay secador.
En el restaurante "Los Almendros" comida casera. Hemos estado muy bien atendidos.
Muchas gracias a Jorge y a su familia.

Fuimos un grupo de 10 adultos y 10 niños y nos hemos sentido muy a gusto.
Nos ayudaron y aconsejaron en nuestras excursiones.
Cenamos los dos días en su restaurante El Almendro, comida casera.
Muy recomendable.

La relación calidad precio muy buena, la comida bien, la habitación bien, el pueblo y el entorno muy bien, pero lo mejor, lo que se llama trato familiar(te tratan como uno mas de la casa) y además la actitud siempre colaboradora de Jorge en cuanto a dar indicaciones de las que de verdad buscamos quienes hacemos turismo rural. Nos planifico todo el fin de semana y nos aconsejo muy sensatamente sobre los lugares mejores para ir y para ver, así como los senderos para recorrer, con amabilidad y hasta con paciencia.. Es un sitio para repetir y aconsejar.

Un fin de semana para desconectar y disfrutar de un increible entorno natural con un agradable paseo por el rio Duero y sus impresionantes cañones. Conocer la flora y fauna de la zona en especial las aves rapaces( cigúeña negra, alimoches y buitres).
Después de este paseo puede uno relajarse y gozar de un trato personal en la Juderia de las Arribes. Gracias a Jorge y a sus padres por hacernos sentir como en casa.
Es recomendable a cualquier visitante interaccionar con la gente de la zona, muy agradable y abierta.

Está bien ubicado para visitar la zona de las Arribes del Duero.
La casa en general es acogedora... pero la decoración de las habitaciones no está nada trabajada lo que le resta todo el encanto que se esperaría de ella... Defrauda un poco al entrar en la habitación.
El precio es excesivamente alto para las habitaciones que ofrece y estar en un pueblo prácticamente sin vida y sin particular encanto y . Tiene un mirador interesante.
Eso sí la zona de las Arribes merece la pena sin duda ser visitada, se aloje uno donde se aloje