Hicimos en familia el Camino de Santiago en agosto de 2022, saliendo desde Sarria. Una de las paradas del camino fue en Palas de Rei. A través de una agencia de viajes (de la que tenemos muy buena opinión), se nos gestionó alojamiento en el “Balneario” Río Pambre. La queja fundamental de este comentario viene dada por el hecho de que se nos dijo que, al llegar a Palas de Rei (después de una caminata de 24 Km), debíamos llamar al establecimiento para el traslado al hotel (que está situado a otros 7 Km del centro del pueblo). Al llamar, se nos dijo que “teníamos que esperar a un taxi en la parada del centro del pueblo”. Estuvimos MÁS DE 2 HORAS ESPERANDO TAXI PARA EL SUPUESTO TRASLADO GESTIONADO POR EL HOTEL, tiempo durante el cual otros peregrinos iban siendo recogidos con transfer privado a sus correspondientes alojamientos. Finalmente, cuando conseguimos llegar al Balneario, en ningún caso se disculparon, asegurándonos encima que, al día siguiente y para reanudar el camino desde Palas, “no habría problemas para taxi, porque eso sí (qué casualidad) lo gestiona directamente el hotel”. Hicimos una hoja de reclamación, y nos informaron que “no contestarían desde el hotel” y que “en ningún caso esperáramos respuesta antes de 1 año”.
Por otra parte, el resto del comentario se va a referir a las condiciones del alojamiento. Claramente DECADENTE, SUCIO (pelos largos en la ducha y luces de la habitación llenas de lamparones, almohadas con manchas amarillas), con unas INSTALACIONES ANTICUADAS (no justificables sólo por el carácter rural del hotel) y que en ningún caso se corresponden con un “balneario” (una piscina pequeña, de interior, con el agua sucia). El entorno natural del hotel es, eso sí, precioso; la naturaleza es sabia en este caso.
Para concluir, dada la lamentable experiencia con el traslado al hotel a la llegada, decidimos reanudar el Camino de Santiago directamente desde el hotel, sin depender de más taxis e incorporándonos al camino unos Km más adelante, tras andar por el entorno boscoso que rodea las instalaciones. Desde recepción se nos indicó que “tan temprano” (7:30) NO HABÍA DESAYUNO, pero que “podían prepararnos un picnic para llevar”. De antemano ya nos advirtieron que el PICNIC NO LLEVABA CAFÉ. Efectivamente, no sólo el picnic no llevaba café, sino que tampoco tuvieron la “amabilidad” de disponer de una simple cafetera en el bar-restaurante para poder hacernos un café a esa hora y antes de caminar otros 20 y tantos Km. El picnic en cuestión contenía los siguientes ítems: un sándwich de pan de molde blandurrio con una loncha de jamón de York y otra de queso, un zumo de naranja (hasta ahí, pasable), una galleta de almendras, una naranja de color verde, ácida, y 3 nueces “mini” que no había forma de abrir salvo pisándolas con todo el peso del cuerpo y, por ende, destrozándolas en pedazos. Lo mejor del picnic, sin duda, fue la botellita de agua de Cabreiroá. Al menos, una marca de garantía.
EN RESUMEN, un hotel NADA RECOMENDABLE, indigno del año 2022 y con muy mal servicio para los peregrinos que realicen el Camino de Santiago y paren a descansar en Palas de Rei.