Se trata de un pequeño complejo formado por varios alojamientos a ras de suelo en torno a un bonito jardín con una piscina bien cuidada. Se parece más a un complejo de casas rurales más que un hotel. Los alojamientos constan de una habitación, el baño y la entrada con una mesa y un par de sillas. Parte de estas pequeñas casas unifamiliares tienen aire acondicionado y otras el ventilador en el techo. Está limpio todo pero sería aconsejable que renovasen el mobiliario y pintasen un poco el interior, ya que resulta todo un poco anticuado. A un lado del complejo, pero perteneciendo a él, hay un bar restaurante, donde dan bebidas y comidas, y donde se ofrece el desayuno. El servicio de comidas y cenas es bastante lento en ocasiones. El personal es correcto y amable. EL lugar se encuentra un poco alejado de las playas para ir a pie. Aconsejo ir a playa bonita. Andando son unos 45 minutos, pero la playa merece una visita. Es cierto que al lado del complejo, está el polideportivo del pueblo y hay un poco de jaleo, pero a mí no me molestó mucho.