Desde que llegamos a este hotel nos sentimos emocionados por su linda apariencia, su restaurante en la playa y su cercanía a la misma (a pie de playa).
Ana nos dio una cálida bienvenida y el check in fue rápido y sin problemas. Cuando subimos a nuestras habitaciones nos dimos cuenta que valió la pena hasta el último peso pagado. Habitación limpia con aire, nevera con agua, amenidades, agua fría y caliente, caja fuerte, tv, balcón y demás. Todas con vista a la playa y con desayuno incluido.
El hotel cuenta con piscina y restaurante a pie de playa o si prefieres se puede subir al Pueblo de los pescadores. La playa es un sueño y tienes acceso a cada metro de la misma. Más abajo el agua es mejor y hay más acción.
Las Terrenas de día es playa y de noche cobra vida propia es como otro lugar. Recomendado 100%