Sé que es la típica “guirada” pero merece la pena entrar, curiosear y probarlo. La única camarera es la mesera. Ella te explica lo que hay, te lo pone y te cobra. No hay servicio de mesa. Tienes que recoger tu propia mesa. No tienen mucho dónde elegir. Y tampoco es barato. Pero…… El lugar estilo mesón medieval es muy curioso, tampoco es excesivamente caro y lo que yo probé me gustó. Teniendo en cuenta que Tallin me parece un lugar excesivamente caro para lo que es (un centro pequeñito sin muchas posibilidades, aunque lindo), este restaurante está bien. Yo me pedí una copa de vino tinto y una salchicha de carne de buy. Total 11€. El vino aceptable y la salchicha muy sabrosa. Tal fue así que repetí de lo mismo… Probé también otro restaurante cercano estilo medieval y es incomparable. Recomiendo probarlo.
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