Entre obnubilada por el lujo del hotel, llegamos a la habitación y seguí así porque es demasiado cómoda, espaciosa, cama grande y acolchonada, baño amplio: una locura. La pileta es de otro mundo y el restaurante del hotel es riquísimo. Te adaptan los platos para que sean gluten free y los sabores son explosivos. Si hubiese más puntos, sin dudas se los llevaría este hotelMás
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
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