Una maravilla de hotel, no esta céntrico, pero se agradece llegar a este hotel, después de visitar Bangkok, es como un oasis dentro de esta caótica ciudad, las habitaciones grandes, cama comodisima, baño super con toda clase de amenities, silencio absoluto por la noche, el desayuno impresionante, el buffet extraordinario y además una carta para pedir extras, todo buenisimo, el café, los zumos, de lo mejor que he probado. La piscina otra maravilla, con hamacas ya preparadas con toallas para tumbarte,y te traen agua al instante.
El staff del hotel de 10, amabilidad es poco, todo el personal encantador, solo tengo elogios para este hotel, dos restaurantes buenisimos y por supuesto, el spa, con toda clase de servicios.