Escondido tras un callejón un poco turbio, no esperas encontrarte este restaurante.
La decoración es muy chula y en la terraza de cena muy a gusto.
La comida no es nada fuera de lo normal, pero está bastante buena. Para mi gusto, la carta es demasiado extensa, por lo que cuesta trabajo decidir qué pedir.
Nosotros pedimos los rollizos fritos vietnamitas (bueniiiiisimos), una ensalada (sin más) y el BBQ sea bass (buenísimo también). De postre banana frita, que considero que en Vietnam la tienen muy conseguida.
El precio es algo más caro de la media de Vietnam. Precio medio por cabeza: 15€
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.