Si llevas días en Vietnam y quieres probar algo distinto y cosmopolita, esta es una muy buena opción.
En la planta 23 de un hotel de lujo se encuentra esta mezcla entre bar de diseño y restaurante. Y todo ello amenizado por un DJ que pincha en directo.
La comida (a lo occidental) muy lograda y la carta de vinos corta pero interesante.
El único pero es el precio. Muy elevado para los standards vietnamitas (2 hamburguesas XL, un magret y un Filet Migñon con 3 botellas de agua y una botella de vino tinto, 145euros al cambio)
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