Aprender del pasado para no cometer los mismos errores. Es la frase que resumiría mi visita a este conmovedor lugar, ahora convertido en museo.
Es una visita imprescindible en Phnom Penh, y recomiendo visitarlo con audioguía, porque de otra manera, creo que no se entiende demasiado o se pierde el contexto de cada uno de los espacios. La audioguía es muy dura y la visita también, pero es importante conocer la historia, para evitar que se repita. La entrada, que cuesta $5 por persona, no incluye audioguía y es necesario pagarlo aparte, que son otros $5 por persona.