La atención y explicaciones del guía fueron ambiguas en comparación con las que escuchamos de otros en otras atracciones turísticas. Tras visitar el Templo de Isis (Philae Temple) nos condujo sin consultarnos a una tienda de esencias a pesar de expresarle que preferíamos ir al Hotel ya que estábamos cansados y hambrientos, nos sentimos obligados a visitar la tienda pues nos aseguró que nos darían una explicación sobre la aromaterapia egipcia y debíamos aprovechar la oportunidad. Realmente la explicación se trataba más sobre la cantidad de productos que tenían y desde el principio se nos presionó para que compráramos algo. Después de expresarle al personal de la tienda que nos queríamos ir las intenciones del guía era conducirnos a otra tienda de especias donde, imaginamos, seguir presionándonos para que compráramos.
Estas “visitas” no estaban contempladas en la planificación de la excursión y no se nos informó hasta que llegamos al final del verdadero tour. La actitud del guía cuando vio nuestro desinterés en comprar cambió bastante y al ser los únicos que iban en el tour la situación fue bastante violenta e incómoda para nosotros.