Cuando llegamos, le preguntamos a un garzón si podíamos usar una mesa y nos sentamos. Al cabo de unos 10 minutos tuvimos que llamarlo nuevamente porque no traía las cartas. Luego de otros 10 minutos, tuvimos que volver a llamarlo para que nos tomara el pedido, pero como andábamos sin apuro, no le dimos mucha importancia y conversamos. Al cabo de otros 15 minutos, por lo menos, nos percatamos de que el garzón se despedía y se iba con su mochila puesta, así que asumimos que nunca nos atendieron realmente y decidimos sólo irnos (ya habían pasado más de 35 minutos sin recibir nada). Antes de irnos, pasamos a decirle a la que parecía ser la encargada del local lo que había pasado y que nos íbamos, siempre respetuosos y sin ningún sobresalto; la mujer se apresuró a prender una juguera y de forma muy maleducada le comenzó a gritar a mi amiga: "No te escucho... Qué?... Ni siquiera se donde estay sentada..." Quedamos plop. Pésimo, no vengan. Son demsiado groseros y realmente no se preocupan de los clientes.
Pd: luego fuimos al Mokka, nos atendieron genial y pagamos mucho menos de lo que hubiesemos pagado allí.