La atención del personal es muy buena, hay un desayuno bueno con una vista hermosa de Valparaíso y eso es lo mejor.
La pieza es considerablemente pequeña, lo que podría no importar si es por pocos días, pero el baño está dividido por ventanales, eso le da poca privacidad, pero aún así lo pudimos pasar por alto.
Lo que empañó completamente nuestra estadía fué la pésima aislación de ruidos del lugar. Eso impidió cualquier tipo de descanso. Las escaleras son metálicas y generan un ruido bastante fuerte cuando las personas suben rápido, se escucha lo que pasa en otras habitaciones, incluso escuchábamos lo que ocurría en el primer piso. Puertas de otras habitaciones que te despertaban al cerrarse. Fué realmente terrible no poder dormir bien ni un solo día.
Uno asume que por estar en una habitación hacia la calle en Valparaíso habrá mucho ruido, pero lo que no esperamos nunca es que el ruido más molesto fuera desde el hotel, no de Valparaíso.
No volveremos de ninguna manera. Si bien la ubicación es espectacular, si estás buscando un buen descanso, éste no es el lugar más adecuado.