Por mi giro de negocio siempre estoy en busca de lugares especiales para la atención de extranjeros, esta vez visité este Hotel que es perfecto y privilejiado por su ubicación en pleno centro histórico de Quito, cerca a los museos e iglesias. La atención del personal es muy buena, tuve la oportunidad de ir a cenar, presentan una oferta gastronómica tradicional ecuatoriana de buen sabor y presentación, la decoración del hotel es interesante al estilo colonial. Imagino que las habitaciones deben ser muy hermosas. Recomiendo que al presentar la carta de comida ofrezcan explicaciones más claras de sus ingredientes, origen y tradiciones, es decir con una atención más personalizada, importante hablar el idioma inglés. Para las personas que disponemos de vehículo es incómodo salir del hotel en la noche (pasada las 22:00) y caminar aproximadamente cuadra y media al estacionamiento, a pesar de que el botones nos indicó que no es peligroso, deberían tener una persona exclusiva en la noche que acompañe a los clientes hasta el parqueadero y con un paraguas cuando llueve.