El hotel Casa de las Rosas rescata el ambiente colonial de la ciudad de Cuenca, mantiene la calidez y la armonía de un hotel tranquilo con precios accesibles. Es particularmente distinguible los colores de las habitaciones y la decoración de algunas de ellas. En cuanto al desayuno es bueno, y el personal es muy amable. Solo un día, una de las personas que no atendió no fue tan amable y nos mencionó que el costo indicado previamente por un muchacho estaba mal, que la habitación a la que nos pidieron que nos cambiemos era realmente más costosa, sin embargo, el malentendido se solucionó rápido y sin inconvenientes. El barrio en el que se encuentra es interesante, pues muestra a la ciudad con todos sus matices.