Hace unos 3 meses Visitamos este restaurante y nos había encantado. Ahora regresamos a Panamá y quisimos visitarlo de nuevo. Nos llevamos la sorpresa de que cambió de administración y con esto cambió también el menú y el concepto del lugar. Aunque las instalaciones siguen intactas.
El menú es de comidas de porciones pequeñas, tipo "tapas", "bocas". Probamos los dumplings, el pulpo con papas y los rollitos vietnamitas. Todos muy sabrosos. De postre ordenamos la tarta de Nutella y estaba deliciosa, digna de repetir! También ordenamos una cerveza y un jugo de mango que estaba riquísimo, realmente natural.
En total pagamos aproximadamente unos $60.
La atención por parte del personal fue muy amena y esmerada.
Volvería!!