La verdad tendrían que verlo para sacar su propia conclusión, pero de todas formas les contaré mi experiencia. Me alojé allí con mi hija, dos noches. Nos pareció que la mayor parte del personal es muy amable. Hay un hombre, no sé si es el administrador, dueño, encargado, el cual es el único que demuestra amabilidad con sus clientes, le falta mucho en el trato, lo bueno es que está en la mañana, únicamente.
Con respecto a la habitación. La cama nos pareció super cómoda, bonita, grandísima, muchas almohadas, limpia, pero el primer día que debieron asearla, ni siquiera tendieron la cama, extendieron las cobijas tal como lo haría un niño pequeño cuando lo mandan a tender la cama y no quiere, el aseo se limitó a doblar las toallas, tanto así que en el closet había una colección de vasos de yogurt de no sé cuanto tiempo atras, pero los tres días que estuve allí, allí permanecieron.
En cuanto al restaurante, una noche llegamos muy cansadas y decidimos comer allí por ahorrar tiempo, terrible error, pedimos unas pastas a la bolognesa y tardaron más de UNA HORA, en prepararlas, en ese tiempo iba a otro lugar, esperaba, cenaba y volvía. la ensalada tardó como una hora en llegar, no piden nunca la ensalada especial del hotel, es un montón de hojas lechuga cubiertas con cuatro tiras de jamón, un robo.
El desayuno era bufet, me pareció bueno, pero me parece que les falta celeridad para sustituir los alimentos que van terminandose, sobre todo cuanto hay mucha gente hospedada en el hotel.
Punto a favor, excelente ubicación. La piscina? No sé, nunca la usé.

Hotel modesto pero acorde al precio, el servicio bastante bueno, limpieza de habitacion a diario, cambio de ropa de cama y toallas a diario, muy buena ubicación en Vía España, cerca del Metro y lugar muy seguro, cambio de moneda en recepción, acorde la relación calidad precio y el desayuno sencillo pero con lo elemental para arrancar el día.