Era mi primer viaje a la ciudad de Bucaramanga y llegué en la noche al Hotel sin haber hecho una reserva previa. Aunque se trata de un Hotel Pequeño, me llamó la atención su buena ubicación, y conté con la suerte de que hubiese un par de habitaciones disponibles.
La atención de Cristian y demás personal en la recepción fue muy buena, siempre amables y dispuestos a resolver cualquier inquietud que se llegue a presentar a los huéspedes.
La habitación en la que me hospedé, 108, cuenta con una cama semidoble cómoda, una nevera pequeña (algo ruidosa), TV con Cable, WiFi y un armario. El estado del baño fue óptimo en términos de limpieza, así como el aseo de la habitación.
La tarifa de hospedaje incluye el desayuno. El comedor es amplio y se puede ver TV mientras se come. Las opciones de desayuno no son muy variadas, pero estaba bien preparado, y las personas que atienden a los comensales son muy serviciales. Recomiendo las arepas santandereanas, muy sabrosas.
La zona en la cual se ubica el Hotel es bastante comercial y cuenta con un buen servicio de transporte, y como comenté anteriormente fue lo que más me llamó la atención para decidir hospedarme allí.
Puede que sobre la Carrera 33 el ruido llegue en algún momento a ser incómodo, pero definitivamente en las habitaciones interiores, como en el caso de la 108, no se percibe ninguna molestia relacionada con el tránsito de vehículos o personas sobre la vía.
Hotel recomendado para viajes de negocios, por su ubicación y relación costo/beneficio. Volveré a hospedarme allí cuando regrese a la "Ciudad Bonita".