· Las camas son cómodas, confortables y con buenos tendidos y almohadas y muy limpias.
· La atención poco amable y desinteresada de los recepcionistas. El hotel no cumple con los requisitos para tres estrellas, apenas para dos. Solo ponen una toalla de cuerpo por persona, nos tocó pedir cada día q nos suministraran una toalla de manos, es política del hotel no suministrarla, además q en la habitación no hay lámpara de noche, ni minibar, ni caneca de basura en la habitación. El baño es incomodo porqur no hay donde poner las cosas.
En cuanto al aire acondicionado nunca tuve la opción de elegir, si uno lo pide cobran un excedente sobre el costo diario de la habitación. El desayuno bastante simple y poco variado, como le informan al huésped q es de “CORTESÍA “ no hay derecho a repetir una porción de fruta ni una tajada de pan, ni nada, toca casi que rogarles para hacer un canje entre algo que uno no pida por otra cosa. Y con esfuerzo y mala cara. A pesar de que en el menu indican que se puede pedir huevos al gusto, no me lo permitieron. La jornada del desayuno la terminan antes de la hora que esta anunciada, y si se acaba algun producto, de malas. En mi caso me pasó con los tamales.
Debe ser útil para estancia de un día, pero nosotros estuvimos seis días y realmente no nos sentimos a gusto. Deberían capacitar al personal en servicio al cliente. La zona de ubicación aunque central, no es la mejor para hacer turismo, es fea e insegura. Por otro lado, el pago en el hotel lo piden diario, lo cual lo hace poco cómodo. Adicionalmente, las chapas de las habitaciones son viejas y exigen dejar la llave en recepción al salir, lo cual no genera mucha comodidad ni confianza.