El establecimiento en su totalidad luce más como un hotel boutique. Las instalaciones son bastante acogedoras y muy limpias. El desayuno y la comida que se ofrece en el restaurante es también bastante agradable y deliciosa. Sin embargo, lo mejor de este hotel es la calidad de servicio ofrecida desde el momento que una atraviesa la puerta principal. Absolutamente todos fueron muy amables, otorgando siempre una sonrisa y mostrándose altamente predispuestos para ayudarte en lo que uno necesite. No obstante, tengo que dar agradecimiento especial a Diana Campos de Recepción que fue una maravilla conocer. De igual manera reconocer a Marysol de Cocina, así como a Miguel y Jose de Recepción. Definitivamente ellos fueron los encargados de hacer de mi estadía algo memorable. Lo recomendaría totalmente.