Tuvimos que viajar a Ibagué a un torneo en el club Campestre y como era puente todo estaba lleno, me recomendaron este hotel a 10 min del club. Me sorprendió lo barato vi las fotos y me gustó pero no podía entender el precio. Total llegamos y nos encontramos un sitio muy cálido con gente increíblemente amable, aunque es un hotel con apenas 17 habitaciones estas no tienen nada que envidiarle a cualquier hotel, impecables, camas cómodas, aire acondicionado, Wi-Fi, television Por cable. El sitio del desayuno es como el comedor de una casa, y uno cree que ahí no va a ser rico pues no sólo es rico sino que son generosos y amables, la verdad que fue muy grato y el costo beneficio si que se siente de sobra. Muchas gracias