¡Es un lugar muy tranquilo, para relajarse y desconectarse de todo! (si buscas fiesta o actividades nocturnas no sería el lugar ideal, pero queda bastante cerca del rodadero, entonces es fácil salir de noche)
3 noches no son suficientes para disfrutar de, sin duda, para mi, la mejor playa de Santa Marta (hay lugares mágicos pero quedan más retirados, este lugar era totalmente central), deliciosa la comida, el coctel de camarones muy rico y la pizza también (el pescado me pareció un poco costoso $40.000).
Personalmente me parece que tiene muchas normas (entiendo que se quieran curar en salud con situaciones que depronto les haya sucedido, pero sí se siente un poco raro tener de entrada una lista de restricciones tan larga)
La cama era muy blandita (pero es algo super personal, depende del gusto de cada uno) y no pude usar el aire acondicionado la primera noche porque el control se había bloqueado (gracias a Dios cayó una tempestad y no lo necesité). En cuanto a los productos de tocador no me gustó que el jabón estuviera como mezclado con agua, siento que así no cumplía tan buen su función.
El personal me pareció muy querido, serviciales y definitivamente me sentí muy cómoda con su atención, me encantó que tienen a sus perritos con collar, tienen su comida, es decir, sienten que pertenecen a un lugar, ¡los quieren demasiado!
Me gustaron los cocteles, no tienen mucha variedad, pero los que tienen son ricos y de buen precio.
El mar es tranquilo, no hay muchos vendedores y los atardeceres fueron hermosos (incluso el día que llovió), definitivamente volvería y lo recomiendo ampliamente.