Nos hospedamos por tres noches en el hotel. En el momento que lo construyeron debe haber sido destacable por la altura del edificio y por el mobiliario .
Imaginamos por los comentarios leídos, que estaría venido a menos, pero está bien mantenido, con sus muebles y ornamentos originales . Cuando llegamos nos impactó por lo tan vintage pero resultó agradable la estadía. Para el Cheek in , tuvimos una fila de más de una hora y después de una pequeña zozobra porque no tenían registro de nuestra reserva, el personal se esmeró en encontrarnos. Muy atentos en la conserjería.
Con muchos y amplios ascensores , así que tiene una ágil circulación a pesar de la cantidad de huespedes . Uno de los ascensores lleva a un bar en el rooftop con hermosas vistas.
Ubicado a metros de la Boardwalk y a 200 mts de la zona de outlets de marcas famosas. Se accede al Casino del Hotel Ballis por una conección interna en el 2 °piso.
La habitación espaciosa y pintoresca con dos camas amplias . Limpio . Estuvimos cómodos. Con cafetera y heladera. Buenas vistas desde el piso 18.
No recomendamos el desayuno en el restaurant , es caro, escaso y descordinado el servicio.
Buena opción con toques históricos de la ciudad en sus comienzos.Más
- Wi-Fi gratis
- Piscina