Antes de reservar leí varios comentarios sobre este establecimiento, no me convencieron los comentarios negativos y aun así reservamos. Al principio no había mayores problemas, sin embargo las últimas noches vino lo peor. Despertamos a las 3 de la mañana con mucha picazón y yo tenia ronchas en todo mi cuerpo, la razón? La cama tenía pulgas! A esa hora nos tuvimos que bañar y pedir que nos cambiaran la habitación. Fue muy desagradable para nosotros, sobretodo para mi, ya que la reacción que tuve a los insectos fue muy notoria, al grado de tener que recurrir al seguro de viajes para recibir atención médica y aliviar un poco.
A parte de eso, la primera habitación estaba muy mal mantenida, habia manchas de suciedad en las paredes, la ducha tenía hongos en las esquinas que eran notorios a la vista, el aire acondicionado es muy ruidoso y suena aunque esté apagado. La cama tenía un desnivel importante por lo que mi pareja quedaba mas abajo que yo al dormir. Varias veces no nos cambiaron las toallas y la mayoría de ellas tenían manchas, al igual que las sábanas, de hecho algunas venían derechamente rotas. Mi experiencia fue muy desagradable, no se que habitación habrán tenido las personas que hablan bien del hotel, pero al menos yo me he quedado en hoteles mucho más sencillos pero limpios, higiénicos y económicos.
Agradecer a Orlando, jefe de recepción quien nos ayudó a conseguir compensación y gestionó algunos de nuestros requerimientos.
Mi consejo: Reserve bajo su propio riesgo.