Tuvimos nuestra primera experiencia en el restaurante sábado por la noche con amigos. La impresión que nos llevamos del lugar no es óptima.
Lo que más nos desilusionó, fue la mala atención recibida, particular y cuestionable dado la difícil situación que atraviesa el rubro gastronómico.
Muchísima demora para atendernos, y cada pedido arribó a la mesa luego de ser solicitado tres veces, para precisar: llegamos 22:00 Hs(conforme reserva) y el plato principal fue servido 00:00 Hs. Amén de la extensa espera, parte del personal fue grosero frente a nuestras consultas por la demora.
La calidad de la comida regular, en mí caso pedí pastas y fueron retiradas de cocción en forma prematura, la verdad esperé mucho mí plato, para luego comer pastas prácticamente crudas.

Es un hermoso lugar para ir en familia o bien para hacerlo con amigos, excelente atencion y sus platos son abundantes y exquisitos, recomiendo sus empanadas para degustar de entrada

El lugar es muy lindo, bien ambientado rustico campestre.
Comimos muy bien, platos son abundantes.
Atencion buena.
Cuenta no estoy de acuerdo q cobren cubiertos me.parece de mal gusto.
Los baños no tenian agua, en medio de una pandemia no puede faltar la higiene, tampoco habia alcohol en la mesas.
Y los perros sueltos tampoco son de buen gusto hacen pis por todos lados y ladran todo el.tiempo.

Al llegar, nos recibió unos de los propietarios. Esta muy buena la decoración del lugar. Es una casona vieja, y esta perfectamente representado. En cuanto a la comida; es muy buena, tuvimos la mala suerte de que nos trajeron los platos fríos, pero se come muy bien, aunque un poco caro.....

Excelente comida, sobre todo las costillas de cordero al romero. Imperdible la ensalada de espinaca y hongos. Sitio con un parque adónde los niños pueden jugar. Muy recomendable