Fui con una amiga, la habitación que nos tocó era muy pequeña; tuvimos que poner una de las valijas en el medio de las dos camas que había y con habilidad acostarnos, corriéndola a un lado. En el baño no hay buena bajada cuando uno se baña, es muy molesto tener que estar escurriendo mientras uno se baña.
En cuanto a los enchufes, el del baño no se podía usar y los demás estaban en la cabecera baja de la cama, algo incómodo cada vez que uno tenía enchufar el secador de pelo o el celular. La señal wifi en ese piso, podríamos decir que casi no existía, dado que era muy lenta.
Frente a la habitación hay una sala de espera y unos juegos; uno de los días se sentaron a conversar a las 6 de la mañana y no dejaban dormir, además la habitación estaba pegada al ascensor, asi que se escuchaba cada vez que subían y bajaban.
En cuanto a los dueños eran muy amables, lo que sí me pareció mezquino que nos cobraran 10 pesos por darnos agua caliente para el mate. El desayuno es libre, de una calidad media. La ubicación es cercana a una de las avenidas principales de la ciudad, de noche es un poco oscuro para caminar desde la avenida hasta el hotel. El hotel tiene cochera cubierta y un lugar para comer lo que uno trae de afuera o pedirse un café ahí mismo. Se cuida la limpieza del lugar.