Vale la pena ir, ya que aclaró una serie de conceptos que no tenía.
Es un centro de interpretación de los glaciares, y si no me equivoco, es el único qué hay en Sud América.
Ediliciamente está muy bien logrado y con buen gusto.
Hay un transfer que cada hora hace el traslado gratuito, tanto de ida como de vuelta.
Verlo no puede llevar más de una hora y media, incluido el transfer por qué es un imperdible para cuando quede libre un rato por la tarde.