Fuimos en enero, en pareja. Hay que ir preparado para cambios de temperatura en la caminata hasta la laguna, porque al sol hace calor, luego refresca, es cambiante. Como en todo, es mejor ir con calzado de trekking, porque si bien el trayecto no es de los complicados, hay lugares con barro y subidas en seco que pueden resbalar un poco. Está muy bien señalizado con ojos de gato azules en los árboles y palos amarillos, y la recomendación es siempre ubicarse con la montaña hacia la que uno va, por si te desorientas.
El paisaje en el camino es hermoso: bosque al principio, valle, río, represas de castores, de nuevo bosque, elevaciones y aparece luego de 1:40 aprox, el premio mayor: la Laguna Esmeralda. Es un sueño el lugar, el color del agua, el marco, las montañas, el glaciar arriba (se puede seguir subiendo y dicen que arriba la vista es mejor aún, pero no lo hicimos), Las playitas son hermosísimas. Es un lugar para ir con tiempo, quedarse ,disfrutar (recomiendo llevar una vianda o mate) y guardarlo para siempre en la memoria. Estábamos muy cansados por haber hecho trekking los días anteriores, pero nos mandamos igual porque era el último día y valió la pena 100%.
Hemos cruzado personas mayores con buena movilidad que lo han hecho y chicos que fueron felices y contentos y otros con cara de "no quiero caminar más". Ahí depende de cada uno. Pero el lugar es de los más hermosos para visitar en Ushuaia. No dejen de ir.