Cuando Augusto Lasserre fundo en 1884 la ciudad ya habia un asentamiento Anglicano y anteriormente asentamientos Yamanas, y asi crecio la historia de esta ciudad asentada sobre una bahia magestuosa y generosa que viene dando vida en un lugar inospito lleno de paz y tranquilidad como tambien de fiereza y peligros naturales, el frio extremo cala los huesos en pleno invierno, pero sus aguas siguen fluyendo cada dia como si nada pasara, sentarse y disfrutar del ruido del mar y las vistas magestuosas de la cordillera es indescriptible, como asi tambien navegar sus aguas a veces calmas como una piscina y otras tan furiosas que asusta, realmente un paraiso que es imposible de olvidar!!!

Se puede caminar por la costanera de Ushuaia y ver la bahia en la zona del puerto. Se pueden ver los gigantes cruceros que paran alli, asi como tambien el mar con las montañas de fondo.