Nautilus, como lo indica su nombre es una casa de mar. Cada detalle que consigues en la casa te hace saber que es un lugar hecho con mucho amor. Su patio trasero es la playa, espectacular a cualquier hora. Hasta el horno de pizza es un detalle que no pasó desapercibido para mi. Su corte ecológico te hace disfrutar de una gran variedad de aves que te acompañan en el desayuno, magnificando la vista. El trato es sin más que decir, comprometido con el buen servicio, tienes todo al alcance de la mano, recibes todos los consejos necesarios para aprovechar al máximo tu estadía. Las habitaciones confortables y hechas con detalles, y el sonido del mar cortesía de Ayangue. Definitivamente recomiendo y volveré! Grazie mille Carolina e Fiorenzo! Ci vediamo!
Fran y Mariella :)