Nos acercamos a comer una noche (21:30) y estaba IMPOSIBLE. Había una sola persona atendiendo TODO el lugar y claramente están sobrepasado, cuando note que a una señora delante mío le dieron mesa recién para las 22:30 decidí reservar para el día siguiente a las 21
Cuando nos acercamos al día siguiente fue otra historia! Nos dieron la mesa enseguida y las pastas fueron buenísimas, la atención también.
Tienen selección de pastas y salsas para combinar y algunas armadas que no se pueden modificar. Además había algunas cazuelas.
Notamos que vinos son excesivamente caros (incluso para un restuarant), creemos que está pensado para el turista extranjero y como argentinos no nos servia. También si te llevabas el vino para tomar en tu cabaña tenía una descuento importante.