Está ubicado en el centro, a metros de la plaza principal y dos bodegas importantes. Me hospedé dos noches y me gustó mucho. La habitación era amplia, cómoda, con aire acondicionado y televisión por cable. La vista no era muy linda, pero tampoco importa. Tranquilo excepto por los pajaritos de la mañana (un cambio bienvenido luego del bullicio de la ciudad). Limpio y bien atendido.
El desayuno es básico, pero rico. Tiene un patio interno muy pintoresco y una pequeña pileta que no tuve oportunidad de usar.
La atención es buena, pero faltaría alguien más en recepción.
- Wi-Fi gratis
- Servicio a la habitación