Hice reserva directamente a través de la página web del hotel. Te atiende siempre el dueño y administrador, de nombre Enrique (Kike), de nacionalidad española y quien lleva 14 años a cargo de Omshanty. Me hospedé allá con mi novia durante cuatro noches durante la tercera semana de marzo/2018. Se llega tomando taxi (COL $ 25.000 - USD 8.8), mototaxi (COL $ 15.000 - USD 5.25) o Bus con placa "Kilómetro 11" (COL $ 2.500 por persona, < 1 USD). El hotel efectivamente queda en el Km de la carretera que sale de Leticia, en frente de una propiedad de los indígenas Uitoto. Cuenta con varias cabañas, nevera compartida, sitio de administración, restaurante que ofrece desayuno y cena, hamacas. Las cabañas están muy bien hechas, son frescas y bien equipadas con electricidad, toldillos, agua en los grifos. Kike con su amplia experiencia te atiende personalmente en cualquier duda, inquietud o curiosidad sobre el hotel o el turismo en Amazonas. Te vende agua, gaseosas o cerveza para no tener que salir de la propiedad. Los desayunos son sencillos (caldo, huevos, pan, sánduches) y las cenas son comida tradicional de la zona (arroz, vegetales, plátano, pescado, carnes). Incluso te pregunta si tienes una dieta especial para evitar algunos ingredientes. Antes de llegar, te envía por Whasapp o correo electrónico información sobre actividades turísticas y ecoturismo por si quieres coordinar alguna desde antes de llegar (recomendado leer bien la info y hablar personalmente con Kike respecto a su opinión y detalles sobre las mismas)
No hay tanto inconveniente con los insectos y bichos. Los toldillos son buenos y usando repelente se evitan la mayor parte de picaduras. Aclaro que son cabañas en el borde de la selva así que será inevitable ver en las afueras arañas, uno que otro de seis patas que no conozco nombre, cucarachas, pero los toldillos y las cabañas permiten tranquilidad respecto a las pertenencias y al descanso nocturno. No tuve inconveniente al respecto. Kike tiene cuatro perros domésticos que te ladrarán si entras por la noche, son como los vigilantes, pero no agreden y se calman cuando ven al dueño quien irá al escuchar los ladridos.
El precio es MUY razonable. Me sentí cómodo, bien atendido, descansé de las actividades programadas (Kike te orienta al respecto con las agencias de turismo o quienes las organizan), la comida es buena, el personal muy amable y servicial. Todos los días se hace aseo básico a la habitación y te ofrecen servicio pago de lavado y secado de ropa, que no empleé.
El pago se puede hacer en efectivo o consignación previa a banco. Yo pagué la mitad con cada método. Dentro del hotel sólo se maneja efectivo.
En general, era exactamente lo que buscaba: alojamiento cómodo y rústico en la selva pero con facilidad de acceso a Leticia (de donde parten la mayor parte de tours) y un excelente guía y consejero sobre cómo disfrutar el viaje al Amazonas, a un precio totalmente accequible.