El hotel está a 7 minutos del aeropuerto y a otros 7 del centro de Leticia.
Rentamos una cabaña familiar, muy amplia, la verdad está increíble, queda fuera del centro así que es muy tranquilo, en la noche solo escuchas los insectos y te despierta el canto de los gallos. Además como queda pegado a una parte de la selva, Jaime, un trabajador de allí nos ayudó a ver unos monos y darles de comer.
El personal muy amable, nos ayudaron mucho en todo, creo que lo único que mejoraría es la comida, es rica, la cocinera tiene muy buen sazón pero, principalmente a la cena sirven muy poco.
Por lo demás me dio mucho gusto haberme hospedado en este hotel, lo recomiendo 100%