De Nuevo e regresado a la kuripira, la cabaña flotante donde el arrullo de rio, el balancear de sus aguas hicieron cada una de mis noches.
La comodidad de sus habitaciones donde la guadua, el viento, y la frescura de este, me hacían cómoda, Sonia muy al pendiente de mantener la frescura de estos espacios para mi llegada de cada día, cuando regresaba de los tours, sus desayunos llenos de frutas, jugo, arepas , panes en fin, y que decir de sus almuerzos con el remate de mi café y su postre delicioso!
Que comienzo de día y culminación donde disfrute con sus hermoso, ríos, fauna, comida, cultura y mucho mas para ver y amar de mi país, de nuevo la magia lleno cada uno de mis sentidos, fueron las vacaciones mas reconfortantes, los delfines recorrer el rio en las noches, las iguanas, los pájaros, y que decir de los bellos amaneceres y, el lienzo de miles de colores cada día en la caída del sol, la gran ventaja de estar allí , es que te desconectas del ruido mundano, donde los espacios habitacionales te dan la libertad de sentir el viento, el murmurar del rio, y del sonido del corazón de la selva, puedes dejar la comodidad de tu cama ( amplia , fresca ) y colocarte sobre las hamacas que están fuera de tu habitación, estar cómoda y libre. Cabe decir que en la tarde como en cualquier lugar tropical llega los mosquitos, jajajajaj las huellas de tu aventura, pero una camisilla de manga larga les detiene,!!! bueno en toda parte se encuentran en mis viajes selváticos como en el tairona también te pican. Eso es lo que hace toda una odisea el disfrutar tu aventura.
Si deseas ver los colores que no has visto y probar las delicias que te da la selva de las tres fronteras, mi mejor destino es la Kurupira, un lugar en medio del majestuoso rio Amazonas, el disfrutar la lancha, el viento y cada uno de los detalles que hacen que tu viaje sea el mas hermoso y mágico para tu alma.
Cómodo y Placentero.

Lo máximo que se puede observar desde estas cabinas flotantes son muchos insectos, algunas garzas, y unos amaneceres, atardeceres y anocheceres espectaculares con Leticia como fondo.

Esto además de la experiencia de dormir sobre el rio es lo único atractivo del hotel. Las camas tienen colchones no tan buenos, y debido a que el hotel cuenta solo con 2 empleados es difícil que puedan mantener los toldillos y los colchones bien limpios.

La segunda noche no pude dormir porque se habían metido millones de termitas a mi cama, y por más que las sacudiera siempre aparecían más.

El servicio a cargo de la señora Sonia y su esposo fue excelente, muy buena atención. Sin embargo, la fruta se acabó al segundo día y no pudimos desayunar bien.