Alojamiento totalmente flotante en medio del río Amazonas. Es muy pequeño, apenas cuenta con dos habitaciones en la casa principal y una suite en una casa anexa a la principal y flotante también. Es un lugar magnífico para desconectar y relajarse. Después de un día de actividades por el Amazonas, nada mejor que tumbarse sobre una hamaca del salón a ver contemplar el atardecer y el tráfico del río. La casa está totalmente abierta no hay ninguna pared y ninguna ventana, todo son cañas de bambú por lo que la inmersión en la naturaleza es más impactante. Por la noche se escuchan los pájaros e incluso los peces saltar. Pero la joya de la corona es la comida. La señora y la chica a cargo de la cocina valen su peso en oro, son excepcionales. La comida es, naturalmente autóctona de esa zona, cocinado todo casero y con producto local. Posiblemente el único producto procesado y envasado que tienen allí sea un brick de leche. Sin ninguna duda ellas dos son el motor de esta cabaña.
Muy recomendable para familias y grupos de amigos. Esperamos que no cambien y sigan manteniendo todo igual de genuino. Volveremos!