Esta hostería ubicada muy cerca de Gualaceo, no tan cerca de Cuenca, alejada en efecto del ruido citadino, tiene amplias, cómodas y limpias habitaciones. La piscina y el jacuzzi también son agradables, cuentan con otro servicio de turco/sauna que me parece que se podría mejorar. Las áreas verdes y recreativas son pequeñas. Una observación queríamos disfrutar un poco del sol, pero había muy pocas tumbonas (solo 4) que estaban ocupadas, así qué pues creo que deberían disponer de más. Hay mesitas para comer afuera, algún aperitivo, bravo por eso. Lamentablemente no pude probar el desayuno porqué tuvimos que salir, la comida a la carta estuvo agradable aunque un poco salada!
Sin duda volvería, muy agradable para descansar