Viajar hasta Termales del Ruiz constituye una auténtica experiencia. A la sombra del volcán, llegar y alojarse en el hotel Termales Del Ruiz constituye una aventura muy singular, desde cuya atalaya se puede disfrutar de una enorme panorámica sobre el paisaje circundante, unas aguas hipertemales surgidas directamente del volcán, visionar cielos inmensos y dar de comer a los colibríes, los reyes del lugar.

Visité el hotel, en compañía de mi familia, tras numerosas recomendaciones de conocidos y amigos que indicaban que era el momento de conocer tan mágico lugar.

Ubicado en medio de las montañas de la Cordillera Central, el Hotel Termales del Ruiz ha sido un referente turístico de la ciudad de Manizales por más de 70 años.
Olvidado por muchos años, ha tenido un renacimiento desde que el operador actual tomó las riendas de este negocio, hacia el año 2012.

El hotel, literalmente, está en medio de la nada; sin embargo, el viaje vía terrestre desde Manizales no tarda más de dos horas. Es pequeño (unas 20 habitaciones), rodeado de naturaleza, fuentes naturales de agua, y, en los últimos años, ha ido convirtiéndose en una parada obligada para europeos y norteamericanos amantes de la ornitología.

Su principal característica, sus aguas termales. Hay dos piscinas que se alimentan de las más de 14 fuentes de agua termal que rodean la propiedad. Es de anotar que, los huéspedes, tienen acceso a una piscina exclusiva desde la cual, si se tiene la suerte de tener un día despejado, se puede apreciar a lo lejos la ciudad de Manizales.

El restaurante es pequeño y la carta es justa, no obstante, debido a lo alejado del lugar, es de obligatoria visita. Los precios oscilan entre los 15 y 50 mil COP. Debido al clima frío de la zona, ofrece sin costo bebidas calientes ilimitadas (té, aromáticas y café). Los platos tienen un tamaño adecuado al precio y no tardan más de 15 minutos en estar listos. Los fines de semana, ofertan platos típicos de la región (Cazuela de frijoles, sancocho, calentado de frijoles)

Recomendaciones:
1. Las habitaciones hacia las montañas tienen las mejores vistas. Se pueden observar las quebradas, la piscina para huéspedes y, a lo lejos, Manizales.
2. Soliciten cobijas extras. Las noches pueden ser muy frías y si no se está acostumbrado al clima de montaña, la experiencia no será muy agradable.
3. No confíen en el GPS. Si están en Manizales, por defecto, el sistema tratará de enviarlos por la carretera Gallinazo - Nevado del Ruiz, sin embargo, esta vía no está pavimentada, está en muy malas condiciones (casi es un camino de herradura) y sólo la recomiendo para vehículos 4 x 4. La mejor opción es la vía Manizales - Bogotá (pavimentada completamente) hasta el sector del Parador La Esperanza, una vez allí, desviarse hacia la carretera al Nevado del Ruiz (pavimentada) y luego, tras unos kilómetros de recorrido, desviarse nuevamente hacia el Hotel Termales del Ruiz. Si bien, al final del trecho hay unos 3 kilómetros sin asfaltar, está en muy buen estado y es apta para cualquier tipo de vehículo (de hecho, el mío es un sedán y no tuvo inconvenientes en el trayecto)
4. Por su cercanía, puede ser usado como base para conocer el Nevado del Ruiz. Dista a unos veinte minutos del volcán y vale la pena hacer el recorrido. Es de anotar que al nevado sólo se puede acceder entre 8 am y 2 pm, por lo que se puede dormir el día anterior en el Hotel Termales del Ruiz, ascender al volcán y regresar en la tarde a pernoctar nuevamente en el Hotel o partir directamente a su destino final.

En resumen, muy buena experiencia, maravilloso hotel, buena atención y agradable descanso. Desde ya estoy planeando mi regreso en los próximos meses.

Es confortable, la atención es especial. Lasa habitaciones se encuentran bien ubicadas, son cómodas, los espacios son amplios y durante mi estancia pude comprobar una limpieza adecuada de todos los lugares.