El mejor cafe que he probado en mi vida, una experiencia super agradable y las atenciones de primera.
El mejor cafe que he probado en mi vida, una experiencia super agradable y las atenciones de primera.
Por sitios como este, tan INCREÍBLEMENTE MARAVILLOSOS Y HERMOSOS es que uno siente que aún hay personas que le ponen el alma a lo que hacen...este es el vivo ejemplo.
La calidad de la atención, el sitio, sus cultivos, su comida, SU CAFE.... Todo es de otro mundo !! El mejor sitio para conectarse con lo auténtico y maravillosos del café en familia... Gracias por la experiencia!
Humberto y su familia hacen de esta experiencia algo único, ya que combinan tradición + conocimiento + entretenimiento + decadencia en todo lo que ofrecen. Humberto es un excelente guía y aprendimos toda la cadena de café desde la semilla a la taza. Es hermoso ver el legado de 4 generaciones cafeteras.
El almuerzo fue de los mejores que nos hemos comido en Antioquia, típico y delicioso.
Altamente recomendado!
Fredonia es un pueblo antioqueño que posee unas fincas lindas, grandes y pequeñas productoras de café, y dedicadas ademas a enseñarnos a los propios y extraños el proceso del cultivo y preparación de una buena taza de café.
No es para hospedaje solo es para realizar turismo cafetero, vale la pena, ademas del tour dan un refrigerio y almuerzo delicioso, aparte que la familia es muy especial y amable.
Fue un plan Familiar muy bonito y con recuerdos memorables. El viaje no es lejos desde Medellín y la llegada a Fredonia en sencilla. El camino hasta llegar a la Finca cafetera es bastante rural y solo se puede llegar en 4x4, aunque la coordinación del Jeep fue ágil y sin mayor problema. La atención por parte de Humberto y su familia es muy cordial y amable. Y ni que hablar del Coffee Tour que fue espectacular: la experiencia y los paisajes además del valor que toma la recolección y elaboración del café. ¡Muy enriquecedor y divertido! ¡Muchas gracias! Recomendado sin pensarlo.
Espectacular entorno con una vista panorámica impresionante, excelentes anfitriones super amables del cafetal, que te explican todo el proceso, desde que se planta la semilla hasta que te tomas el café. También te sientes parte del proceso (totalmente artesanal) porque hasta te permiten participar en la cosecha y opinar sobre las diferentes calidades de los granos. Muy buena comida típica servida por esa hermosa familia en un ambiente relajado y desestresante. 100% recomendable, una experiencia única.