fue una de nuestras paradas de luna de miel y solo puedo decir que muy bien, tanto el servicio como las habitaciones todo muy limpio.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
fue una de nuestras paradas de luna de miel y solo puedo decir que muy bien, tanto el servicio como las habitaciones todo muy limpio.
Se trata de un hotel decorado con muy buen gusto, con habitaciones espaciosas y ambiente tranquilo. Perfecto en principio para perderse unos pocos días (estuvimos ocho días y se nos hizo muy largo). Y digo "perderse" porque la civilización más cercana se encuentra a unos cuantos kilómetros después de recorrer innumerables curvas. No obstante, hay ciertos aspectos que lo hacen desaconsejable.
1) La piscina: si bien es muy bonita, además de ser sumamente pequeña resulta completamente desaprovechada en tanto que los innumerables bichos que sobre ella planean hacen imposible el poder disfrutar de un baño tranquilo sin ser acribillado a picaduras de avispas, mosquitos, etc.
2) El restaurante: un trato impropio a la categoría que se le quiere ofrecer. La comida está buena pero excesivamente cara. En los alrededores puedes encontrar restaurantes de mayor calidad con mejor precio y trato.
3) Precio: muy caro para lo que ofrece.
Esta villa en la cumbre es una escapada tranquila y estupenda, pero está peligrosamente cerca de los almacenes Prada en Montevarchi. Lo que sobresale es que está brillantemente dirigida. El sitio está para ti todo el tiempo, pero no encima tuya. La gente que lleva Sassolini obviamente entiende que la pretenciosidad o la pompa no es lo que se quiere: la gente sólo está para ayudarte a que disfrutes de la estancia. El hotel está situado rodeado de un bonito jardín con flores silvestres y plantas herbáceas, al lado de una piscina. El diseño interior del hotel -especialmente las habitaciones- es contemporanea, europeo y con arreglos minimalistas. Mi única crítica del Sassolini es que el restaurante es un poco excesivo. Pues aunque puede ofrecer sopa de pan y asado nauseabundo, pero es conservador y decepcionante, especialmente después de que la entrada del restaurante es tan imponente. Si el restaurante Sassolini tuviese un chef creativo y aventurero -en lugar de uno que parece rodeado de necesidad de inspirar algún tipo de "lujo"- este sitio sería completamente extraordinario. Mensaje al hotel: se un poco vanguardista. Mensaje para ti: quédate aquí, ¡pero organiza tus necesidades de compras temprano! El paisaje alrededor del hotel es precioso y merece la pena explorar, pero se arruinará si dejan que el punto de venta Prada siga ahí por mucho tiempo.