Un menú de lo más variado, con diferentes platos a escoger. De lo que pedimos, todo estaba muy bueno, incluyendo los postres. El entorno es encantador. El trato del personal, correcto.

Éramos asiduos, la última vez que estuvimos fue en el verano de 2019, ha cambiado para peor. Ya no hay calidad en el menú que es muy de batalla de lo que te podrían poner en un bar chino...... Encima el encargado no paraba de humillar a un trabajador “mayor” (pueden tener los problemas que quieran entre ellos pero nunca en público, da muy mala imagen y hace estar incómodo al cliente) Además los salones todos llenos, ni por asomo el aforo del 30%. Es una lástima, no volveremos nunca más

En un entorno muy bonito se encuentra este restaurante honesto y con una excelente relación calidad-precio. Servicio rápido y muy eficiente. Comida muy bien preparada. Carta extensa. En definitiva, una muy buena opción. Gran profesionalidad. Para recomendar y repetir (que lo haremos).

El sitio muy chulo, con buenas vistas hacia las montañas, una terraza súper chula para hacer el cafelito después de comer, buen aparcamiento, el restaurante ofrece un menú de fin de semana a 19,95€ y carta muchos platos de primero y otros tantos de segundo, los camareros muy atentos , la comida muy bien presentada y muy buena, la recomendación por parte de mis amistades a merecido la pena, no será la última vez que vaya

Calidad-precio es de lo mejor que hay en la zona, el menú vale 20€ en fin de semana y entra primero, segundo, postre y bebida, aunque hay platos con suplemento, aún así hay bastantes platos para elegir (unos 10 de cada). A destacar: las croquetas de rabo de toro, estaban muy ricas. A mejorar: el servicio/cocina son un poco lentos, han tardado casi 1 hora entre el primero y el segundo plato, y, por otro lado, hay demasiadas mesas en un espacio tan reducido, no sé si estarán cumpliendo realmente con la normativa Covid.