Fuimos con mi marido a cumplir mi sueño de alojar en un Castillo Medieval italiano y no nos equivocamos. Realmente precioso. Fácil acceso en tren hasta Fidenza, desde Milán y luego un taxi nos dejó en la entrada del Castillo ubicado a unos 20 min subiendo las colinas a buen precio. El paisaje es realmente sobrecogedor. La naturaleza en todo su esplendor de primavera nos regaló vistas realmente de ensueño. El castillo es medieval pero con instalaciones muy modernas. El desayuno buffet complétisimo y delicioso en un salón encantador. Hicimos reservas para cenar en el restaurant de Oscar, frente a la recepción y realmente maravilloso lugar, la atención y la comida. Despertar en la torre del castillo y con un balcón con vista a todo el Valle de Fidenza es una experiencia hermosa que nunca olvidaremos.Más